La actitud ante adversidad.

La actitud ante la adversidad.
Con que actitud enfrenta los desafíos. Con que actitud atacas a los problemas.
Dependerá de la actitud que tengas, eso marcará  la diferencia entre el éxito o el fracaso.
Si alguna persona practica deportes y quiere competir, deberá entrenarse para vencer y llegar a la meta planteada.
Por ejemplo: En mi caso yo no soy ávido en el deporte. Y cuando veo alguien jugar al fútbol mi mente sabe que hacer, pero mi cuerpo no está preparado. Es posible que pueda producirme un desgarro o simplemente no dure 15 minutos dentro de la cancha de fútbol. Es lo mismo cuando la mente solo asiente que puede, pero a la hora de los problemas se deprimen y decaen. ¿Por Qué? porque la mente no está preparada con información. La persona que no lee no alimenta su mente.  Si nuestra mente carece de lectura, de ver vídeos o escuchar audios sobre que hacer en determinadas circunstancias, nuestra iniciativa ante los problemas será un inminente fracaso. 
Si un soldado que va a una guerra no está preparado, militarmente y psicológicamente solo dependerá de la suerte para volver vivo. 

Aveces, dentro de nuestra mente, existe un campo de batalla. Pensamientos positivos contra pensamientos negativos. Ante ciertas situaciones tenemos pensamientos encontrados e indecisos. Llega un momento que nuestra mente se turba y no encuentra la salida. Esto sucede, repito nuevamente, por falta de información. Yo no me atrevería manejar un avión cuando nunca he visto como se hace, ni tengo el adiestramiento necesario para hacerlo. Entonces porque manejarnos en la vida a ciegas.
Muchos dicen:- Cuando llegue el problema veré que hago. Pues con ese pensamiento puede terminar en cualquier resultado y tal vez el mismo no  agrade ni beneficie. Otros dicen en conformidad:- y bueno trate de hacerlo lo mejor posible. Esto quiere decir que como atleta en una carrera llegaría ultimo cómodo.  
Las excusas y la falta de compromiso que ponen algunas personas, para evitar cumplir objetivos y concretar metas es el resultado de pensamientos mediocres. 
Existen dos clases de personas. LAS QUE HACEN QUE LAS COSAS PASEN Y AQUELLAS QUE ESPERAN QUE  LAS COSAS SUCEDAN.